miércoles, noviembre 25, 2015

El vuelo de Shepard

Blue Origin logra el primer regreso y aterrizaje controlado de un cohete.

Esta aún lejos de lo que busca lograr Space X, lanzamientos con capacidad de poner cargamentos en órbita y cuyo cohete impulsor logre, una vez dando el impulso suficiente, regresar a la Tierra y aterrizar de forma vertical y controlada en el mismo lugar de donde partió, un objetivo ambicioso que aunque estuvo cerca de lograrse en varias ocasiones, aún se resiste a la empresa de Elon Musk. Sin embargo, aunque "solo" fuera un vuelo hasta la frontera misma del espacio (por encima de los 100 Kilómetros de altura), que requiere solo una mínima parte de la energía necesaria para hacer un vuelo orbital, para regresar rápidamente hacia la superficie, lo cierto es que el merito es tremendo, y para la empresa de Jeff Bezos, Blue Origin, quedará en la historia como los primeros que lo consiguieron.

En este histórico ensayo, el cohete New Shepard se elevó hasta los 100,5 kilómetros de altura con una velocidad Mach 3,72, para luego regresar a la Tierra. No lo hizo fuera de control, como ocurre con aquellos no reutilizables, o como en el caso de los cohetes externos de los ya retirados Space Shuttle, con paracaídas, sino de forma controlada, primero reduciendo la velocidad  después dirigiéndose hacia la zona elegida mediante unas aletas externas y finalmente, ya en la vertical del punto de aterrizaje, el encendido del cohete cuando se encontraba a 1.500 metros del suelo frenó definitivamente al vehículo hasta tocar la superficie a solo 4 Kilómetros/Hora. Solo el leve daño registrado en el metal de su base muestra que aún quedan cosas que mejorar, pero a todos los efectos

La capacidad de reutilizar un mismo cohete en un número considerable de vuelos se considera un elemento clave para el desarrollo de una carrera espacial privada, ya que disponer de cohetes que regresaran intactos a la superficie y listas para ser lanzados de nuevo en poco tiempo implicaría una rebaja drástica de los costes de cada vuelo, abriendo así el acceso las puertas del espacio de forma definitiva, ofreciendo servicios a precios mucho más bajos que los actuales, haciendo posible que se convirtiera así en un negocio plenamente rentable para estas compañías.

No fue ese el único éxito, ya que la cápsula no tripulada New Shepard, con la que Blue Origin quiere entrar en el campo del turismo espacial y los vuelos orbitales (en este caso con otro modelo mayor conocido con el nombre en clave de "Very Big Brother") aterrizó también de una pieza, en este caso con el más tradicional sistema con paracaídas. Sin lugar a dudas un día importante para esta compañía, que está desarrollando su propio plan de lanzaderas y vehículos orbitales rodado de cierto secretismo y lejos de las luces mediáticas en las que se mueve Space X. Y aunque aún lejos de poder dar el salto definitivo y ponerse a su misma altura, estos vuelos nos demuestran que también ellos van en serio.

El vuelo y regreso del cohete New Shepard.

El cohete, fotografiado después del aterrizaje. Solo la parte inferior, que aparece dañada , muestra que aún queda terreno para mejorar.

La cápsula tomando tierra poco después, completando así un viaje suborbital sin ningún fallo.
Elon Musk felicitó a Blue Origin por su logro, pero sin dejar de matizarlo. Seguramente no le hizo mucha gracia que la competencia lo adelante en algo, aunque no por ello deja de tener razón en que, efectivamente, una cosa es el espacio y otra la órbita.


El proyecto New Shepard, con el que Bule Origen quiere entrar en el negocio espacial.

Blue Origin Makes Historic Reusable Rocket Landing in Epic Test Flight

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