viernes, septiembre 09, 2016

El camino de OSIRIS

Lanzada con éxito y ya en camino hacia el asteroide Bennu.

En Septiembre de 2023 una cápsula llegara de las estrellas, y en su interior encontraremos muestras del material de un lejano asteroide, no mayor que una gran montaña, pero por eso mismo apenas inalterado desde hace miles de millones de años. Serán solo 60 gramos, pero su valor irá más allá de lo calculable, al menos para los científicos, ya que tendrán entre manos aquello que un día, hace tanto tiempo, dio forma a nuestro planeta azul. Aún falta 7 años para ese momento, pero ya hemos dado primer paso. Un pequeño explorador robótico ya se encuentra en camino para hacerlo realidad.

A las 2305 GMT, y en un lanzamiento perfecto sin interrupción alguna, despegaba hacia su cita con el destino la sonda OSIRIS-Rex (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security-Regolith Explorer), a bordo de un cohete Atlas V. Todo los acontecimientos posteriores ocurriendo con la precisión de un reloj, que concluyeron con la separación de la sonda del módulo de impulsión Centauro, que le dio el empuje definitivo, la adquisición de señal por parte de las antenas de la estación de seguimiento de la NASA en Australia, el despliegue de los paneles solares, la confirmación de que estaban generando energía (hasta entonces la sonda vivía de sus propias reservas) y la confirmación de que la trayectoria era la esperada.

Una tarde noche perfecta para una agencia en horas bajas en cuanto a exploración interplanetaria, afectada por los recortes, que no había lanzado una sonda desde 2013, con MAVEN, y que no lo hará de nuevo hasta 2018, con InSight. Una luz en un oscuro túnel del que esperemos salga pronto.

Por delante tiene un viaje de dos años, incluido un sobrevuelo de La Tierra para adquirir velocidad y trayectoria, que terminará cuando alcance al asteroide Bennu, su objetivo final. Desde 2018 a 2020 lo estudiará en profundidad, levantando un preciso mapa de toda la superficie, para llegar en Julio de 2020 al momento llamado "high-five" (chocar los cinco), pues ese será el lapso de tiempo, 5 segundos, que tendrá OSRIS-Rex para tocarlo con su brazo robótico de 3.5 metros de longitud y extraer material. Resulta estremecedor que el éxito de una misión con tantos años de desarrollo, construcción y viaje se decida en el lapso de 5 segundos. Ese día, más que nunca, deberemos enviarle toda nuestra suerte a este pequeña sonda. Cierto es que tendrá 3 oportunidades para recolectar la cantidad prevista en caso de fallar inicialmente. Así y todo serás momentos de gran tensión

Una misión considerada de alta prioridad. Los asteroides como Bennu son restos de la formación de nuestro Sistema Solar hace más de 4,5 mil millones de años. Los científicos sospechan que estos pueden haber sido fuente de agua y moléculas orgánicas de la joven Tierra y otros cuerpos planetarios. Por tanto, tener la posibilidad de acceder a una muestra no contaminada de una fuente conocida permitiría un análisis preciso, que proporciona resultados mucho más allá de lo que puede lograrse a distancia o por el estudio de meteoritos. Y aunque es cierto que la japonesa Hayabusa ya logró traer muestras de Itokawa, y la actual Hayabusa 2 tiene por delante un objetivo parecido en el asteroide Ryugu, OSIRIS-Rex tiene mucha mayor capacidad y entregará una cantidad superior.

Poco después de "chocar los cinco" se despedirá de Bennu, iniciando un camino de regreso a La Tierra, que culminará en Septiembre de 2023 con la llegada de esos 60 gramos mencionados anteriormente. Pero eso aún queda a 7 años de distancia. De momento, y eso es lo importante, OSIRIS-Rex ya está en marcha. El camino de los 60 gramos justo acaba de comenzar.

El principio de la aventura. Lanzamiento de OSIRIS-Rex.

 Así será el viaje de ida y regreso.


Así es esta nueva integrante de la familia de exploradores. Una masa 2110 kg cargada de combustible (880 kg sin el), 2,43 x 3,15 metros, 6,2 metros con los paneles solares desplegados, y una antena principal de 2 metros de diámetro.

Bennu, una montaña en órbita solar, pero por eso mismo inalterada y con una gravedad tan baja que permitirá a la sonada tocar la superficie y alejarse después.

Infografía: La sonda OSIRIS-Rex.

NASA’s OSIRIS-REx Speeds Toward Asteroid Rendezvous

1 comentario:

perico dijo...

mucha suerte a OSIRIS-Rex y a todo su gran equipo.