miércoles, noviembre 16, 2016

Los ecos de una era

Cassini explora por última vez los mares de Titán mediante la técnica de señales de radio reflejadas hacia la Tierra.

Lentamente, pero de forma inexorable, las diversas etapas de esta misión ya legendaria se van cerrando definitivamente, una detrás de otra. Y la gigantesca luna de Saturno, aunque aún recibirá una postrera visita lejana, precisamente aquello que dirigirá a la sonda hacia su destrucción final, esta viviendo también su propia despedida. Y el 13 de Noviembre Cassini realizó su penúltimo vuelo cercano. Habrá, por tanto, otro más, pero fue en este donde realizó por última vez una de las técnicas más curiosas y delicadas para explorar sus mares: Lanzar haces de radio para que reboten en sus aguas y el eco sea recogido no por la sonda sino por las lejanas antenas terrestres.

Una forma extraordinaria de superar la barrera que supone la eterna neblina que cubre este luna, especialmente si se tiene en cuenta las distancias implicadas y que hablamos de un "juego de billar" donde todos los elementos (Cassini, Titán y La Tierra) están en movimiento. Pero después de tantos años de actividad su equipo en tierra conoce lo suficiente de su sonda para saber lo que es capaz y como reacciona a cada orden. Es el valor de la experiencia.

Así, durante el encuentro del 13 de Noviembre, apuntó su antena de alta ganancia hacia Titán, enviando señales de radio que cruzaron una buena parte de la superficie, incluidos Punga Mare, Ligeia Mare y Kraken Mare, y alrededor de 90 minutos después el eco resultando eran captado por una de las grandes de Deep Space Network situada en Australia. Los científicos analizarán cómo está cambió a medida que pasaba de la superficie sólida a la superficie lisa y líquida. Combinando estas observación con las anteriores, podrán buscar diferencias físicas y químicas entre los diversos mares.

Una operación espectacular, que genera admiración pero también algo de tristeza por lo que significa. Hubo otras como ellas anteriormente, pero ya no habrá ninguno más. El 13 de Noviembre pudimos escuchar por última vez la voz de Cassini como un eco llegado directamente de uno de los mundos más extraños y extraordinarios del Sistema Solar. Es el lento final de una era.

El camino seguido por el rastreo en ondas de radio de Cassini, que empezó en terreno "seco" y termino adentrándose en el mayor de los mares de Titán.

La observación con ondas de radio tiene dos modalidades. Aquellas en que el emisor y el receptor son el mismo, y las que corresponden a dos puntos diferentes y separados. En este caso Cassini fue el emisor y la lejana Tierra el receptor. Todo un ejercicio de precisión.
Una de las antenas de la estación de la DSN de Camberra durante el seguimiento del sobrevuelo de Cassini y recepción de la señal reflejada en Titán.

Titan Flyby 124 (T-124): Nov. 13, 2016

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