martes, abril 17, 2018

Mars Express v2.0

Reprogramando una sonda desde la Tierra.

Cuando lanzamos un vehículo al espacio, y especialmente cuando este se adentra en el espacio interplanetario rumbo a otros mundos, ya no hay marcha atrás. Cualquier error o problema técnico, que teniendo acceso directo a ella sería de fácil solución, es irreversible a todos los afectos y hay que adaptarse para intentar compensarlo de alguna forma, cuando no implica el fin de la misión. Pero aunque no podemos reparar una falla o remplazar piezas que ya no responden como deberían, si solos capaces de "enseñar" a una sonda a actuar de forma diferente, de aplicar nuevas técnicas que permitan sino anular, si dar un rodeo a un problema letal.

Este es el caso de la Mars Express, la veterana sonda europea que lleva 14 años en órbita marciana, y de la que se espera siga ofreciendo un más que notable rendimiento, especialmente trabajando con equipo con la recién llegada ExoMars. Pero el tiempo no pasa en balde y un elemento clave para que pueda orientarse correctamente, sus giroscopios, está dando signos de agotamiento. En total la sonda dispone de 6 de ellas, de los cuales 4 están dando muestras de que podrían estar cerca de fallar de forma definitiva. Eso significará el final, puesto que para orientarse necesita combinar los datos de estos últimos con los de sus dos seguidores de estrellas. Son las dos patas de su sistema de guiado, y cuando falle la primera, no habrá salida para la Mars Express...

Pero si para la Mars Express 2.0, como ya se la llama. Y es que la ESA realizó hace unas horas una actualización de su sofware, no el primero, pero si con diferencia la más masivo. De ahí que se la considera casi como una nueva sonda. Es el fruto de meses y meses de trabajo para reformular muchos de sus programas escritos hace más de quince años para su procesador MA31750 de 16 bits, que finalmente se completó hace pocos días, y que una vez comprobado de forma exaustiva para asegurarse de que no existen posibles errores, se transmitió la actualización a la sonda, que tuvo que apagarse y reiniciarse (como cuando se actualiza un pc) de nuevo para cargar su nuevo programa.

Como resultado la Mars Express acaba de aprender a calcular su orientación y posición solo con los datos ofrecidos seguidores de estrellas, dos cámaras que hacen fotos del cielo y que mediante el procesado adecuado de estas permiten le permitan determinar qué estrellas se ven en las imágenes y a partir de la orientación de éstas calcular su posición por triangulación. Los giroscopios quedarán fuera de servicio, siendo solo reactivados de forma puntual. Aún deberemos esperar varias semanas para tener la confirmación de que todo está en su lugar y se puede reiniciar su actividad científica, pero de momento todo parece estar respondiendo de forma positiva.

Las consecuencias en términos de duración son espectaculares. En su antigua configuración habría afrontado a una pérdida fatal de los giroscopios tan pronto como 2019, pero la ahora actualizada Mars Express, podría,  si no hay un fallo en otros componentes críticos, seguir en activo hasta 2026, momento estimado en que se quedará sin combustible para sus impulsores. Una actualización en el más amplio sentido de la palabra.
 Actualización

La ESA prepara una actualización masiva del software de la Mars Express

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